Hace unos meses tuve el privilegio de asistir en Berlín, junto a un selecto grupo de empresarios de todo el mundo, a una conferencia de Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas entre los años 1997 y 2006 y distinguido con Premio Nobel de la Paz en 2001.
Kofi Annan ha sido, y es, una de las voces más influyentes en asuntos relacionados con los Derechos Humanos, la cooperación internacional y la lucha contra el virus del SIDA, así como un gran conocedor de los retos a los que se enfrenta la comunidad internacional.
Recuerdo con especial emoción el momento en el que hizo su aparición en la sala. Bajo la luz atenuada del recinto, un potente foco guiaba los pasos de un hombre que emanaba experiencia y respeto, tan solo con su caminar lento y solemne.
Tras los aplausos de bienvenida, el silencio se hizo “atronador”. La expectación contenida de los asistentes se reflejaba en cada mirada y en cada gesto. Todo el mundo tenía sus ojos clavados en un hombre septuagenario, de origen africano, con una apariencia frágil y con una mirada profunda y serena.
Inició su discurso con una anécdota en la que recordaba que siempre había alguien que le confundía con el actor y director estadounidense >Morgan Freeman. Con la reacción espontánea e hilarante del público eliminó cualquier barrera que pudiera distanciarle de su auditorio y dificultar que su mensaje llegara de una forma clara y directa.
El objetivo de Kofi Annan era presentar “The Global Compact” o >>Pacto Mundial, una iniciativa internacional propuesta por Naciones Unidas, cuyo reto es conseguir que las empresas que lideran el panorama económico se comprometan voluntariamente a promover responsablemente unos principios basados en los derechos humanos, laborales, medioambientales y de lucha contra la corrupción.
Aquella noche, todo fue perfecto. Un orador extraordinario que conocía al detalle el perfil del auditorio al que se dirigía, un discurso estructurado en torno a una idea central clara y directa, un lenguaje corporal que resaltaba la naturalidad y humildad del ponente, un tono de voz agradable y seguro que ejercía un exquisito control sobre sus silencios y pausas y finalmente, un mensaje emocional de cierre que apelaba a la responsabilidad de la clase empresarial para proteger y preservar el planeta que heredarán nuestros hijos.
Al término de aquella velada, en mi interior resonaba aquella voz sabia que nos decía que el futuro del planeta dependía de la actitud responsable de sus habitantes… de cada uno de nosotros… de mí.
El orador había conseguido su objetivo. Nos había movido a cada uno de nosotros a actuar siguiendo sus indicaciones.
La técnica oratoria
Es evidente que siento admiración por los grandes oradores. Por eso, he leído con especial interés la última obra de Michel Suñén, dedicada a difundir la técnica oratoria. Lleva por titulo “Cómo enamorar hablando en público”.
Se trata de una guía de consulta dirigida a todas las personas que en alguna ocasión tienen que hablar en público.
El hilo conductor son las divertidas aventuras amorosas de Horacio, a través de las que el autor va exponiendo las diferentes técnicas y recursos de la comunicación oral.
Su estructura es práctica y original. Consta de ocho bloques. Los siete primeros incluyen siempre:
- Una parábola o historia figurada con un fin didáctico
- Una síntesis teórica
- Una vivencia personal del autor
- Y un comentario esquemático referente a la parábola, que combina teoría y práctica.
El octavo bloque incluye una fábula sobre oratoria y un guión con las principales ideas expuestas en el libro.
Un libro original, que se lee en pocas horas y que transmite unas ideas muy útiles y de fácil aplicación para todas las personas que tienen que dirigirse con su palabra a un auditorio.
El autor
Michel Suñén es uno de los escritores aragoneses con mayor proyección. Es un autor constante, emocional, creativo y práctico.
Su trayectoria literaria se inicia con “El horizonte desde el malecón”, publicado en 1998. Unos meses más tarde publica “Si Muerte muriera…”. Entre los años 2000 y 2005 publica “¿Quién sigue a Alguien?”, ”Estertores de un seductor” y “Nacieron desnudos”, que fueron la antesala de sus dos grandes obras, “Diábolo” (2006) y “Látex” (2008), con las que va definiendo un estilo propio dentro del género de novela negra.
“Cómo enamorar hablando en público” es un paréntesis en el que Michel Suñén se vuelca en una de sus grandes vocaciones, la oratoria. No en vano, además de escritor y creativo publicitario, es un experto en la materia que ha ejercido como profesor.
Su estilo fresco y dinámico, su habilidad para envolver al lector en situaciones sorprendentes y la claridad de sus mensajes provocan que Michel Suñén no sólo enamore a sus seguidores hablando en público, sino también escribiendo.
Raúl dice
Hola.
Compré el libro de M. Suñén hace un més y lo he leído.
Doy fe de que las palabras del autor de este blog son ciertas.
Belén dice
Hola Javier!
He comprado el libro, el próximo miércoles imparto una clase de habilidades de la comunicación y la verdad es escueto y con una información muy adapatada a las necesidades de cualquier persona que quiera iniciarse en el mundo de la oratoria.
Me encanta que me envies este tipo de información, aprendo mucho.
Gracias