Las empresas han sufrido una enorme zozobra, tanto por el COVID-19 como por las, de momento, confusas y desacertadas medidas impulsadas por el Gobierno de España y por el aparente abandono de las instituciones europeas ante la división de sus socios que han conducido a alcanzar acuerdos de mínimos con una eficacia todavía dudosa.
Por ello, además de combatir el periodo de inactividad o de actividad reducida, las empresas tendrán que enfrentarse a un proceso incierto, en el que habrá EREs, cierres y mucho desempleo.
El proceso de recuperación dibujará un panorama compuesto por una selección natural de empresas capaces de sobrevivir a la crisis. Estas empresas tendrán unos aspectos comunes que les harán ser más resilientes ante las circunstancias adversas.
A las empresas que sobrevivirán a la crisis las denomino “empresas THOR”. Aunque su nombre recuerda a la máxima deidad nórdica, el dios del trueno, capaz de controlar el clima y las cosechas además de brindar justicia y protección en las batallas, es también el acrónimo formado a partir de las siglas de las cuatro grandes características que tienen en común estas empresas capaces de sobrevivir a la enorme tormenta económica provocada por el COVID-19.
Esas características son las siguientes: Tecnológicas, Humanas, Organizadas y Responsables.
- Tecnológicas. Las empresas serán más digitales, inteligentes y automatizadas.
La transformación digital de las empresas ha empezado a acelerarse en el transcurso de la hibernación empresarial. La empresas que disponían de plataformas B2C o B2B han podido seguir con su actividad e incluso han crecido en facturación durante las semanas de confinamiento; miles de profesionales también han podido teletrabajar seguros desde sus domicilios gracias a internet; las reuniones profesionales y los viajes se han sustituido por videollamadas a través de Zoom, Teams o Hangout Meet; y los grandes eventos se están reinventando para ofrecer sus servicios a través de internet. Estos son sólo algunos ejemplos que demuestran que las empresas y profesionales que introdujeron a tiempo la tecnología digital en su estrategia son más ágiles, más flexibles y se han adaptado rápidamente a las eventualidades de la crisis. El resto de empresas han empezado a acelerar sus proyectos o a buscar soluciones urgentemente. Transformarse o morir.Por otra parte, la gestión de datos y el uso de la inteligencia artificial permitirá analizar mejor la información disponible del mercado, de las empresas y de su entorno, así como realizar predicciones cada vez más acertadas respecto a tendencias que ayuden a definir estrategias con más probabilidad de éxito. Esto permitirá también anticiparse a futuras amenazas ofreciendo las soluciones más acertadas en cada momento.Una de las grandes lecciones que ha proporcionado esta crisis es que las empresas no pueden detener determinadas actividades críticas. Cuando esas actividades no pueden ser realizadas por seres humanos, para evitar exponerlos a situaciones de riesgo innecesario, se realizará por máquinas, a través de software o de robots. Son los trabajadores virtuales que ya existen en muchas empresas y que van a ser más habituales en el futuro inmediato, porque las empresas rediseñarán sus procesos y automatizarán muchas tareas:
- bien mediante la utilización de bots o sistemas virtuales que les permitirán, por ejemplo, gestionar call centers o tramitar documentos,
- o bien mediante robots, mecanismos físicos, que se encargarán de determinados procesos industriales o en la prestación de determinados servicios rutinarios. China, por ejemplo, ha puesto en servicio robots para desinfectar lugares públicos o para ayudar a los sanitarios para llevar medicamentos, alimentos o medir la temperatura a los enfermos sin riesgos de contagio. Algunos de estos robots ya circulan por los hospitales italianos.
Así mismo, las tecnologías inmersivas como la realidad virtual, la realidad aumentada o la realidad mixta, impulsadas por las redes 5G, continuarán su avance en diferentes sectores para crear experiencias multisensoriales, casi reales, manteniendo la distancia y la seguridad de quienes las utilizan, especialmente en los sectores retail, educativo, ocio, turismo y organización de eventos.
- Humanas: Las empresas empatizarán mucho más con las necesidades de los trabajadores, flexibilizando el entorno de trabajo, creando equipos de alto rendimiento y poniendo en valor el compromiso con su entorno.
La empatía se traduce en conciliación laboral y familiar, a través de la cual empresa y empleado flexibilizan su relación y la adaptan a sus respectivas necesidades en beneficio mutuo. Es otra de las grandes ventajas de la transformación digital de las empresas, ya que permite a teletrabajar, compaginando su vida personal y profesional sin que se resienta su productividad. Éste era otro de los grandes desafíos de nuestras empresas que ha llegado, de forma forzosa, como consecuencia del COVID-19 y, realmente, ha funcionado. Ahora que se han superado los miedos que frenaban su implantación, el teletrabajo ya solo se puede perfeccionar y adaptar a las necesidades concretas de cada empresa.Trabajar a distancia exige una gran coordinación por parte de todos los integrantes de la empresa. Es por eso, que las empresas se preocuparán mucho más por potenciar el trabajo en equipo, tanto de forma presencial como virtual. Se centrarán en unificar metodologías de trabajo y herramientas para asegurar un nivel de productividad óptimo de su personal con el objetivo de crear y mantener equipos de alto rendimiento que trabajen de forma coordinada y eficaz en cualquier circunstancia.La humanización de las empresas empieza cuando el vértice del la organización, CEO, equipo directivo y Consejo de Administración, deciden focalizar la gestión en las personas para fomentar su máximo desarrollo.
Cuando una empresa busca la máxima implicación de sus trabajadores, su compromiso con toda su plantilla tiene que ser total. El compromiso nace de la confianza y ésta se construye con honestidad justicia y transparencia. Cuando ese compromiso es compartido por todos los integrantes de la empresa, surge una visión perimetral que, instintivamente, les hace estar atentos a las necesidades del entorno en el que opera la empresa, activando mecanismos de solidaridad ante cualquier emergencia.
En este sentido, el ejemplo que muchos trabajadores y empresarios, de toda nuestra geografía nacional, han dado estos días al conjunto de la sociedad ha sido admirable, organizándose para rediseñar sus procesos productivos y fabricar, de forma desinteresada, material de protección (mascarillas, respiradores, pantallas, etc.) para donarlo al personal sanitario, e incluso se han creado redes de distribución para realizar las entregas en los hospitales. Todo el mundo ha dado lo mejor de si mismo para ayudar. ¿Se puede pedir más humanidad y solidaridad? Su ejemplo se ha ido contagiando, inspirando a muchos profesionales y empresarios que han estado más atentos a las necesidades de su entorno y han ayudado con todo lo que han podido. Bravo por ellos!!!
- Organizadas: Eficiencia, previsión ante futuros problemas, relocalización y reestructuración en torno a redes de valor serán las principales cualidades de las empresas más preparadas para superar la crisis.
La eficiencia de las empresas viene dada por la optimización de sus procesos. En un entorno de menor venta y ajuste de costes, la excelencia en los procesos es fundamental para mantener productividad y competitividad.Prevenir significa articular planes de contingencia para anticiparse y saber reaccionar ante cualquier emergencia en la empresa o en su entorno, local o global. Los planes de contingencia dejarán de ser un apéndice de los planes estratégicos y plasmarán cómo será la respuesta de la organización ante situaciones de incertidumbre (protocolos de actuación, medidas de seguridad, composición del equipo de crisis, etc.).La incapacidad de los países a satisfacer la demanda de material de protección para los sanitarios o de instrumental médico para atender a los pacientes han reabierto un debate que tímidamente se abordó en la crisis de 2008, acerca de la deslocalización de empresas (offshoring). Años atrás se concebía como una oportunidad para las economías industrializadas para abaratar costes productivos y centrarse en la comercialización de sus productos y servicios. Pero, se ha constatado que, en realidad, ha ido acelerando la desintegración de la capacidad productiva de los países occidentales, postrándolos a merced de las economías más poderosas, como China. La relocalización productiva es la solución con la que minimizar riesgos futuros y estimular el crecimiento económico en el medio o largo plazo. De hecho, muchas empresas, en esta crisis, empezarán a combinar proveedores chinos con proveedores locales o europeos.
Las crisis provocan siempre un cambio en la fisonomía de los sectores de actividad económica. Mientras unos jugadores exprimen las oportunidades de la nueva situación, otros afrontan el reto de la supervivencia con mucha dificultad. Un tamaño mayor suele aportar los recursos necesarios para adaptarse a las exigentes condiciones del mercado en tiempos de recesión. Es entonces cuando se exploran acuerdos con empresas competidoras para reforzarse o reestructurarse, bien sea a través de alianzas, adquisiciones, absorciones o fusiones, o bien a través de redes de valor o entornos colaborativos que vinculen y movilicen a diferentes operadores de la cadena de suministro para desarrollar actividades conjuntas orientadas a la consecución de objetivos colectivos, estimular la innovación e incrementar la posibilidad de aprovechar nuevas oportunidades de negocio. Habrá muchos movimientos en esta dirección.
- Responsables: Las empresas activarán un mayor compromiso ético con su entorno y con el medio ambiente.
Las empresas serán más conscientes del impacto que su actividad genera en sus stakeholders, es decir, en clientes, empleados, proveedores, accionistas, instituciones y en la sociedad en general, así como de su capacidad para crear riqueza en el entorno en el que operan.Por ello, el compromiso ético de las empresas con su entorno será mayor, lo que les hará implementar en sus planes y decisiones de negocio, políticas activas de protección de la salud de sus trabajadores, buenas prácticas empresariales, lucha contra el fraude o la corrupción y defender los intereses de los consumidores. Las empresas exigirán a sus proveedores o clientes intermediarios de la cadena de suministro que demuestren también sus buenas practicas y su alineamiento con las políticas de responsabilidad social.Dentro de estos planes, la sostenibilidad será un factor fundamental. La reducción de emisiones de CO2, la sustitución de los combustibles fósiles, el consumo responsable, la economía ecológica o la eficiencia energética condicionarán el desarrollo de los planes estratégicos de las empresas más resistentes a la crisis. Se establecerán políticas internas más firmes para garantizar el ahorro energético y se realizará un correcto uso de los recursos.
Estas cuatro características dan identidad a las organizaciones que se enfrentarán a las inclemencias de la tormenta económica provocada por la Coronacrisis, las Empresas THOR, un nombre épico para una guerra en la que habrá que demostrar coraje, sacrificio y heroísmo.
Continuará…
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