La vida en las empresas ha evolucionado mucho en los últimos tiempos. Hemos pasado de estrictas jerarquías y modelos de trabajo basados en el presencialismo a organizaciones prácticamente planas y con horarios flexibles que permiten conciliar la vida laboral con la vida familiar. Los jefes tradicionales van dando paso a nuevas formas de liderazgo, menos coercitivo, más respetuoso con el empleado y tremendamente eficaz para obtener la implicación de todos los componentes de la empresa, o al menos, de aquellos que quieren obtener a través de su trabajo algo más que un sueldo a final de mes. El talento empieza a ser deseado, querido y valorado en las empresas.
Hace unos meses estrenamos nuevas instalaciones en nuestra empresa, TAKTIC. Hemos diseñado un espacio abierto y colaborativo cuyo principal objetivo que todo el personal pueda desarrollar sus funciones de una forma cómoda, agradable y productiva.
El diseño del espacio es sencillo. Mesas blancas amplias con un monitor, sin cajones, sin papeles ni cables a la vista. Suelos despejados de cualquier obstáculo por el que solo se desplazan sillas ergonómicas que garantizan la comodidad y la salud del empleado, especialmente la de espalda y cervicales. Algunas de esas mesas están concebidas como puestos calientes o “hot desking”, es decir, mesas que al estar siempre despejadas pueden ser utilizadas por otra persona cuando no hay nadie. De hecho, hay zonas de taquillas para guardar los objetos personales y accesorios de trabajo. Al final del día, todas las mesas deben quedar completamente vacías.
El corazón de la oficina es una zona común en la que encontramos mesas altas y taburetes, con sofás, una mesa de madera nórdica, además de máquinas de café y agua. Es el punto de encuentro de cada mañana y de diferentes momentos a lo largo del día, coffee break, almuerzo o excusa para estirar las piernas y despejar la mente. Creo que los temas más importantes de la empresa los tratamos en esos momentos en los que, sin apenas darnos cuenta, estamos celebrando trascendentales reuniones informales en las que nos ponemos al día de viajes y proyectos, resolvemos dudas, nos planteamos nuevas cuestiones, compartimos ideas originales y definimos nuevos objetivos. De hecho, apenas celebramos reuniones formales de carácter interno, únicamente cuando es imprescindible.
Sin duda, la transformación del espacio de trabajo es un poderoso agente de cambio, ya que un entorno estimulante, favorece un mejor estado de ánimo y resulta inspirador para promover cambios mucho más profundos, porque más allá del cambio estético que se ha producido, lo realmente importante es que hemos iniciado una profunda transformación a todos los niveles: cultural, organizacional, estratégica, metodológica, digital y social. Tiene lógica. Somos una empresa que nos dedicamos a la transformación digital, y por tanto, debemos ser ejemplo y referente del cambio.
En busca de la felicidad
Una de las frases que no paramos de repetir tanto en las entrevistas como cuando se produce la incorporación de nuevo personal es que “queremos que seas feliz aquí haciendo el trabajo que te gusta realizar”.
Es nuestra declaración de intenciones, que el trabajo no sea un obstáculo para alcanzar la felicidad, sino una oportunidad más que se une al resto de facetas personales de cada trabajador, y que, además, pueda desarrollar aquellas destrezas y competencias en las que se siente realizado, lógicamente cumpliendo con los objetivos que juntos nos propongamos.
Somos una empresa centrada en las personas. Establecemos vínculos sólidos de compromiso mutuo y relaciones basadas en la confianza. Algunas ventajas que tiene ecosistema de trabajo, en el que las personas son las protagonistas, son las siguientes:
- Organigrama plano. Las jerarquías se reducen al máximo. La accesibilidad al personal directivo es total.
- Horario flexible. Favorecen la conciliación laboral y familiar. La flexibilidad tiene que ir acompañada de unos objetivos orientados a satisfacer las necesidades del cliente y a garantizar la productividad de la empresa. De este modo, cada empleado sabe que todo debe estar en equilibrio.
- Eliminación de barreras. Trabajamos en amplias mesas en zonas abiertas, eliminando obstáculos físicos y conceptuales. Muchas reuniones se desarrollan en las diferentes zonas de mesas sin necesidad de encerrarse en una sala. De este modo, se favorece el trabajo en equipo, se estimula la creatividad y se evitan interrupciones formales. De hecho, existen algunos despachos que, en caso de necesitar mayor privacidad, pueden ser utilizados por cualquiera de los miembros de la empresa, reservándolos previamente.
- Herramientas colaborativas. Trabajamos en la nube a través de diferentes soluciones colaborativas que favorecen la productividad y la comunicación entre todos los integrantes del equipo. Estas herramientas permiten estar siempre actualizados en formatos de trabajo, trabajar sobre documentos comunes y al mismo tiempo y desde cualquier dispositivo o ubicación, ser más ágiles en las respuestas y también más eficientes, pues se simplifican tareas y procesos, además de ahorrar tiempo y dinero.
- Aprendizaje compartido. Uno de los objetivos que tenemos todos los profesionales de la empresa es investigar, analizar y compartir soluciones tecnológicas y de gestión que puedan ser útiles para dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes. Por eso, la formación interna se retroalimenta permanentemente a través de píldoras formativas (TakPills) que un miembro del equipo prepara para el resto de sus compañeros. El potencial de aprendizaje se multiplica, de este modo, por el número de componentes del equipo.
- Trabajo desde cualquier lugar. Cuando alguien requiere mayor tranquilidad, o tiene que compatibilizar su trabajo con determinados compromisos personales o familiares, puede trabajar a distancia, siempre y cuando se comprometa con los objetivos y los compromisos adquiridos con la empresa y sus clientes. Está demostrado que incrementa la satisfacción del empleado, favorece la conciliación familiar y laboral… e incrementa la productividad.
- Convivencia. Organizamos actividades de teambuilding para fomentar la convivencia y la colaboración, tanto en las instalaciones de la empresa como fuera de la oficina. Estas actividades, además, tienen el objetivo de mejorar el conocimiento, fortalecer la relación entre todos los miembros del equipo y aportar alegría al trabajo. En los últimos meses hemos realizado visitas a empresas que acreditan una cultura empresarial innovadora, hemos competido por equipos en la carrera de running ESIC Empresas, encuentros familiares, hemos cantado y bailado en la Oktoberfest o hemos organizado una cooking party en la que cada uno ha podido demostrar sus destrezas culinarias al resto. Lo importante es que todo el mundo participe, se divierta, se relacione y se construya, de forma natural, un vínculo que va más allá de lo profesional, aunque todos sepamos que el nexo de unión es la propia empresa.
- Abiertos a nuevas ideas y a aprender de los errores. Todos los miembros del equipo, aunque se hayan incorporado recientemente pueden aportar sus opiniones y sugerir nuevas ideas, las cuales son valoradas y respetadas. De este modo, se favorece la innovación y aumenta la implicación del equipo. Y dado que el error se concibe como una oportunidad para probar, mejorar o rectificar determinadas situaciones, se desactivan los miedos para aportar libremente sugerencias o ideas. Unas se aceptan y otras no, unas se ejecutan con éxito y otras son un fracaso. Pero todas son importantes, porque todas aportan aprendizaje y experiencia para seguir creciendo.
- Reconocimiento. El trabajo bien hecho es una obligación por parte de quien lo desempeña. Eso está claro. La propia retribución salarial es un reflejo, aunque no siempre, de lo que se espera de cada puesto de trabajo. Por eso, es recomendable que el salario vaya acompañado de unos incentivos monetarios vinculados a objetivos de la empresa y del puesto. Pero además, existen muchas formas, y muy importantes, de destacar el buen trabajo, bien verbalizándolo o a través de determinados gestos, empoderando al trabajador o promocionándolo hacia una mayor responsabilidad dentro de la organización. Cuando se trabaja con talento joven, el reconocimiento juega un papel fundamental para ganar en seguridad, aprender y adquirir experiencia.
- Atracción y fidelización de talento. Los mejores embajadores de la empresa son cada uno de los profesionales que trabajan en ella. Sentirse feliz en el trabajo es el mayor imán para atraer talento que existe. Las personas felices comparten su estado de ánimo con sus familiares y amigos porque valoran su situación profesional muy positivamente, y son los primeros que quieren corresponder ofreciendo lo mejor de sí mismos, potenciando sus fortalezas y capacidades y poniéndolas al servicio del resto de compañeros y de la empresa. De este modo, el talento se maximiza, la implicación es total, la motivación se mantiene siempre elevada y el sentimiento de pertenencia se dispara.
Conectamos tecnología con personas
La misión empresarial de TAKTIC se centra en conectar la tecnología con las personas. Esta tarea resultaría imposible si no concibiéramos el propio trabajo dentro de la empresa como un catalizador del cambio. Es decir, promover la transformación de las empresas a las que asesoramos a través del ejemplo de nuestra propia organización.
Esto significa que el trabajo, además de ser un medio poderoso de sociabilización, debe servir para hacer crecer profesional y humanamente a las personas, desarrollando sus capacidades a través de unos valores compartidos y dar mayor sentido a sus vidas. El trabajo es también una fuente de compromiso con clientes, compañeros, y resto de stakeholders de la empresa. Y a través del trabajo, todos tenemos la oportunidad de impactar en nuestro entorno y transformarlo positivamente.
El liderazgo que debe ejercerse en las empresas actuales debe inspirar el cambio y mover a la acción, porque lo que está en juego es la adaptación de los profesionales a los continuos cambios que la tecnología y la competitividad están exigiendo a las empresas. La transformación digital avanza en paralelo a la transformación humana. Por eso, no debemos olvidar nunca que además de trabajar con recursos materiales, tecnológicos y económicos trabajamos con, y para, personas que, por encima de todo, quieren ser felices.
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