Sin ánimo de molestarte, apreciado lector, pero tu vida es un rollo. No lo digo yo. Alguien me lo dijo en una ocasión. Y no se refería únicamente a tu vida, sino a la de todo el mundo.
Y así es, la vida es como un rollo de papel higiénico, aparentemente interminable al principio, pero que avanza a gran velocidad conforme se acerca al final.
Quizás sea esa la razón por la que cuando somos jóvenes tendemos a malgastarla, dado que creemos que tenemos mucho tiempo por delante. Sin embargo, cuando tomamos conciencia de los años vividos comenzamos a valorar el tiempo restante y nos volvemos más selectivos. Por eso, establecemos prioridades que nos permitan extraer todo su jugo.
Aproximadamente un tercio de nuestra vida, 8 horas diarias, la dedicamos a dormir. Consumimos una gran parte del rollo sin ser conscientes de ello ni disfrutarlo más allá del placer de descansar. Un buen descanso en la base para poder aprovechar el tiempo de actividad.
De los dos tercios restantes, uno lo dedicamos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. Dedicarse tiempo para hacer ejercicio físico, disfrutar de hobbies, viajar o mantener activo el intelecto es fundamental. Y también lo es establecer y mantener relaciones afectivas y sociales con otras personas, bailar, cantar o reír.
Finalmente, el último tercio lo dedicamos a nuestro desarrollo profesional. El trabajo es la fuente de ingresos que nos permite ser autosuficientes y satisfacer nuestras necesidades.
Trabajar es siempre un privilegio. Trabajar bien es una oportunidad para desarrollarnos como personas y como seres sociales. La actitud con la que afrontamos nuestras obligaciones profesionales repercute decisivamente en nuestra vida personal y en nuestras relaciones con los demás. Equilibrar los ámbitos profesional y personal es imprescindible para alcanzar la felicidad.
La forma en la que utilizamos el tiempo en nuestro trabajo determina nuestra capacidad de desempeño y nuestros resultados, convirtiendo el trabajo en una experiencia, positiva o negativa, dependiendo de la satisfacción que nos proporcione.
Un buen empleo del tiempo nos hace más eficientes y productivos, e incluso más eficaces. Para optimizar el tiempo que dedicamos al trabajo necesitamos conjugar cuatro factores: aptitudes, actitud, organización y técnica.
- Aptitudes: Son el conjunto de condiciones que hacen a una persona especialmente idónea para una función determinada. La capacitación para desarrollar un trabajo, la actualización permanente de los conocimientos relacionados con la profesión y la adecuada preparación previa para abordar cualquier cuestión perfeccionan el perfil profesional. Además, hay dos factores que incrementan tremendamente la productividad. Uno es la capacidad para trabajar en movimiento, aprovechando los desplazamientos en tren o en avión, y el otro es la capacidad genética para extender los días. Según el especialista del sueño, Eduard Estivill, este último aspecto se da exclusivamente entre una reducida parte de población a quienes les basta con dormir entre cinco o seis horas para mantener su nivel de rendimiento, mientras que el 90% de la población precisa descansar entre siete u ocho horas. Esas dos horas de diferencia, en una vida de 90 años, representan 7,5 años más de vida activa que el resto de los mortales.
- Actitud: Nuestra predisposición determina nuestra adaptación al entorno laboral. Por eso, hay actitudes que asientan sólidas bases sobre las que se edifica el buen profesional, como por ejemplo: vivir motivado, tener verdadero interés por lo que se hace, poner todos los sentidos en lo que se está desarrollando en cada momento, escuchar activamente, observar cada detalle, evitar distracciones que distancien de los objetivos, ser proactivo en lugar de reactivo, aprovechar las oportunidades y tener vocación de servicio.
- Organización: La forma en la que nos organizamos contribuye a obtener mejores resultados. Por eso, es fundamental tener una alta capacidad de concentración que nos permita, incluso, abstraernos de lo que nos rodea. Aprovechar el tiempo y eliminar los ladrones de tiempo que nos distraen también incrementan el rendimiento. Las ventajas de este aspecto se observan claramente cuando se evitan, por ejemplo, la celebración de reuniones largas e improductivas. Reunirse suele ser algo muy habitual en las empresas. Pero sólo hay que hacerlo cuando sea realmente necesario para informar, resolver problemas, presentar proyectos, impulsar actuaciones y tomar decisiones. La forma de estas reuniones puede ser más o menos formal, presencial o virtual, dependiendo de los objetivos que se persigan. Lo importante es que sean dinámicas y concretas.
- Técnica: Por último, los mecanismos que articulamos en el trabajo deben encaminarse a gestionar las tareas con precisión. Orientarse al resultado significa dedicar el tiempo necesario a cada actividad en base a su importancia, definir un modelo de gestión ayuda a concretar los criterios sobre los que deben fundamentarse cualquier decisión, diseñar un mapa de proyectos equivale a crear un armario virtual en el que se almacena cada proyecto y se clasifican todas las tareas asociadas al mismo. Cada profesión y cada función empresarial tiene sus propias técnicas y metodologías. Dominarlas es crítico para ser más eficiente.
El trabajo es una parte muy importante del rollo de la vida. Cuando inicias una carrera profesional parece que vas a tener tiempo para todo. Conforme pasan los años, te vas dando cuenta que hay que exprimir cada minuto, cada ocasión, cada actividad para extraer la mejor experiencia y el aprendizaje más completo. Por fortuna, el “rollo” del trabajo va dentro del “rollo” de la vida. Cuando se acaba el primero, todavía nos queda parte del segundo por completar. En ambos casos, el objetivo final es el mismo, ser feliz.
Decía Benjamín Franklin que “las tres cosas más difíciles en esta vida son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo”.
Haz un esfuerzo, enróllate y aprovecha tu vida… y no dejes que se convierta en un mal rollo.
Eva Godoy dice
maravilloso articulo! y tienes mucha razón, perdemos parte del tiempo al inicio de nuestras vidas y poco a poco nos fijamos que nos va quedando menos, espero muchas personas lean este articulo de enseñanza porque transmites un buen mensaje. saludos!