¿Te imaginas aprender historia retrocediendo en el tiempo y caminando por las calles de Roma o Atenas?, ¿que el mismísimo Steve Jobs te diera una lección sobre el funcionamiento de su nuevo iPad en tu propia habitación?, ¿aprender a conducir sin salir de la autoescuela?, o simplemente, ¿recorrer un gigantesco Centro Comercial para realizar tus compras sin levantarte de tu sofá?
Algún día todo esto será posible gracias a la realidad virtual, una tecnología que, a través de diferentes dispositivos, como un casco, un visor especial, un ordenador, o unos guantes, permite al usuario interactuar en un mundo de imágenes ficticio y vivir sensaciones como si estuviera en un tiempo y espacio real.
Además de fusionar la realidad con la ficción, esta tecnología tiene un gran futuro en una sociedad como la actual, que fomenta la comodidad a través de muchos de sus avances tecnológicos y, a su vez, busca permanentemente evadirse de los problemas y preocupaciones cotidianos. En por eso que el ocio ha adquirido un gran protagonismo en la última década, tanto en su vertiente activa como en sus modalidades más reposadas.
Por un lado, tenemos el ocio activo, como viajar, visitar museos, ir al cine o salir a cenar, y por el otro, el ocio pasivo, como visionar infinidad de canales de televisión, jugar a la videoconsola, escuchar música o navegar por internet.
La evolución tecnológica, junto con el desarrollo sin límites de la creatividad humana, ha convertido a muchos videojuegos en auténticas obras de arte, algunas de ellas son, incluso, comparables a las grandes superproducciones del mundo del cine.
Los caminos del mundo real y del mundo virtual van convergiendo y, es previsible que muy pronto se encuentren a través de la recreación virtual de la realidad.
La combinación de tecnología, ocio y comodidad son los ingredientes básicos que animan a crear, además de videojuegos, muchos productos y servicios innovadores que fomenten el consumo pasivo de servicios relacionados con el entretenimiento, la aventura, la salud o la formación.
Probablemente, en el futuro, los que hoy son niños y jóvenes que juegan a los videojuegos, se convertirán en adultos que utilizarán ese concepto lúdico-pasivo para realizar muchas actividades de su vida cotidiana, como por ejemplo, adquirir determinados conocimientos y habilidades en cursos de formación, realizar viajes virtuales por cualquier parte del mundo sin salir de casa, aprender a conducir, ejercitar la mente, como terapia para combatir determinadas enfermedades como el Parkinson, la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral, rehabilitarse de determinadas afecciones, realizar determinadas operaciones quirúrgicas a miles de kilómetros de distancia o simplemente realizar la compra a través de un establecimiento virtual en 3D o, por qué no, en 4D.
Las experiencias virtuales convertirán muchos actos de consumo en una actividad lúdica. Las empresas tendrán que adaptar sus propuestas comerciales, tratarlas como contenidos multimedia y obtener una diferenciación respecto a otros productos y servicios, para atraer la mirada virtual de los clientes y fidelizarlos. Estoy seguro que esta revolución comercial no tardará mucho tiempo en llegar.
También se crearán grandes centros comerciales virtuales que, siguiendo reglas similares a los centros comerciales físicos, entrarán en las casas de los consumidores por la pantalla del ordenador o del televisor. Unos serán especializados en determinados productos y/o servicios y otros seguirán patrones multiespecialistas. El valor de la marca y la gestión eficiente de los recursos online será un factor determinante para que las marcas alcancen un elevado nivel de competitividad en este entorno virtual.
Virtual 3
Audi explora el mundo de la realidad virtual en su nueva campaña de publicidad dedicada a la promoción del Audi A3. Los creativos de la agencia DDB han creado una historia basada en una máquina de realidad virtual, que bajo el nombre de Virtual 3, permite al usuario experimentar las sensaciones que tiene un conductor al volante de un Audi A3.
La voz en off del spot informa acerca de este ingenioso invento:
Ahora con el Virtual A3
ya puedes tener todas las sensaciones
de conducir un Audi A3, sin tener un Audi A3.
La misma sensación de control,
de seguridad,
de deportividad
Con Virtual A3 no notarás la diferencia.
Elige el paisaje,
elige el acompañante,
elige Virtual A3.
Al final, la película concluye con una sugerente cuestión, que es el slogan de la campaña: ¿Virtual o real? Tú eliges
En definitiva, el mensaje es muy claro, no hay nada comparable a conducir tu propio Audi A3.
Con esta innovadora campaña de marketing multimedia, Audi logra conectar con el público objetivo del Audi A3, compuesto principalmente por jóvenes de edades comprendidas entre 18 y 40 años.
La campaña consta de piezas para televisión, radio, prensa e internet.
Como curiosidades, el spot se rodó en Barcelona, aunque a lo largo de toda la película se utilizan imágenes de fondo que hacen referencia a carreteras rodeadas de paisajes y ciudades; la realización es obra de Tesauro, bajo al dirección de Erik Morales y el jingle está compuesto por BSO.
VirtualMe
Uno de los aspectos más innovadores de esta campaña es la utilización de Internet, y más concretamente, de sus redes sociales, para conectar con el target joven. Para lograrlo, en la página web de Audi se ha creado VirtualMe, una herramienta que permite al visitante crear un avatar 3D (o doble virtual) que tiene un alto grado de realismo.
Doubleyou se ha encargado de desarrollar esta herramienta, utilizada por primera vez en España y que despliega una avanzada tecnología para crear avatares en 3D, combinando reproducción de voz en tiempo real y los datos del usuario con la ayuda de Facebook Connect. El resultado es increíble.
El interés de Audi por estar presente en las principales redes sociales es totalmente estratégico, dado que Facebook se ha convertido en el segundo sitio más visitado de internet, por detrás de Google, y por delante de Youtube, Yahoo, Microsoft o Wikipedia. Sólo en España hay más de 7 millones de usuarios registrados en Facebook.
Audi, una prestigiosa marca aspiracional que apuesta en su publicidad por acercarnos una aspiración del ser humano, que hace unos años era ciencia ficción y que hoy es casi una realidad… virtual.
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