“It´s a wonderful life”. Es el título original, en inglés, de una de las obras maestras de Frank Capra y una de mis películas favoritas.
Estrenada en 1946, está considerada como una de las mejores películas de la historia, ocupando la undécima posición del ranking del American Film Institute, “AFI’s 100 Years… 100 Movies”.
Es la historia de George Bailey (James Stewart), un hombre que perseguía un sueño, pero que, por razones del destino, anteponía siempre las necesidades de los demás a las suyas propias, lo que poco a poco le iba alejando de las metas que se había propuesto alcanzar.
Varias escenas de la película dejan de manifiesto su actitud responsable y comprometida con su familia y con los habitantes de su pequeño pueblo, Bedford Falls. Siendo niño perdió la audición en uno de sus oídos por salvar a su hermano menor de morir ahogado. Años más tarde, la muerte de su padre obligó a George a hacerse cargo de la compañía de préstamos de la familia y enfrentarse al señor Potter, el empresario avaro y ambicioso que quería hacerse dueño de la población.
Posteriormente, tuvo la oportunidad de aceptar un trabajo en Nueva York, pero rechazó la oferta para casarse con Mary (Donna Reed), con quien tuvo cuatro hijos.
La continua presión del señor Potter para arruinar a su pequeña compañía provocó la ruina económica de George, y con ella, la desesperación y el deseo de suicidarse para que su familia pudiera cobrar su seguro de vida y hacer frente a todas las deudas contraídas.
A partir de ahí, un ángel de la guarda llamado Clarence y la oportunidad de vivir el no haber existido, abre los ojos de George y le hace comprender el valor de saber vivir y lo importante que había sido su presencia para su familia y para los habitantes de Bedford Falls, a pesar de todas las adversidades que se había encontrado con el paso del tiempo.
La historia es sencilla, pero me gusta porque refleja varios de los valores humanos que más admiro en aquellas personas que los encarnan: la actitud de servicio, el espíritu de lucha, la capacidad de sacrificio, el sentido de hacer lo correcto, el compromiso, la honestidad, la integridad, el valor de la familia… y sobretodo ser consecuentes con nuestros actos, ya que vivir implica influir sobre las demás personas, y dicha influencia puede ser negativa o positiva. Eso depende únicamente de uno mismo.
¡Qué bello es vivir! It’s a wonderful life. El título de la película dice que vivir es maravilloso, pero el argumento aclara que vivir no es fácil. Cada día surgen distintos avatares y vicisitudes que nos envuelven y nos complican hasta hacernos perder, en ocasiones, el sentido y el valor de nuestra existencia. En muchas ocasiones tenemos que recomponernos física y mentalmente para afrontar un nuevo día con ilusiones renovadas y con nuevas energías.
Pero así es la vida y eso es lo que la hace interesante. Nadie sabemos qué nos deparará el futuro, el próximo año, el día siguiente, el minuto posterior al que está transcurriendo… Sin embargo, somos conscientes de que nunca debemos de dejar de pensar en nuevos proyectos, generar nuevas ideas, afrontar nuevos retos, soñar, disfrutar, trabajar, viajar, llorar, luchar, reír, sentir… Hay que vivir con intensidad todo lo que nos pasa porque cada momento que vivimos es único e irrepetible.
Nuestra energía es la que transmite ilusión a las personas de nuestro alrededor y hace más fácil la vida a los demás.
Nada sería igual sin las personas que conocemos, sin las personas que queremos… Nada sería igual sin ti.
Vivir la vida es el mejor regalo, por eso te deseo que tengas una “vida vivida”.
Jaime Bou dice
Buenas tardes, interpreto que es un artículo muy completo relacionado con el proyecto estratégico que tuvo que elaborar y más tarde poner en marcha La Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos. A pesar de lo mucho que les tuvo que descender el nº de cartas, cuando comenzó a funcionar medianamente bién el email a través de Internet, esta empresa ha sabido «relanzarse» para poder desarrollar un trabajo cada día más eficiente. Tengo el pleno convencimiento que Correos ha invertido bastante en la formación de los «carteros», puesto que muchas ocasiones te encuentras con uno de ellos, que comparándolo con sus anteriores compañeros de trabajo, el actual tiene mucho más entusiasmo por el trabajo que realiza y además se le nota una fuerte motivación. Han adquirido unos hábitos de trabajo que les permiten obetener unos rendimientos muy por encima que si trabajaran por objetivos.
Aprovecho para lanzar desde aquí, mi enhorabuena y apoyo a todos los carteros que conjuntamente con su empresa han sabido evolucionar e innovarse en su trabajo diario. Debido a que en algunas etapas veraniegas has efectuado este trabajo, sabes que no es mejor del mundo.
Saludos.
jejoma dice
Me ha gustado mucho darme una vuelta por tu blog.
La verdad, desconocía esta película, pero prometo verla. Te recomiendo, si tienes tiempo, dos que a mi personalmente me han marcado y que encierra valores fundamentales:
– En busca de la Felicidad (Will Smith). -El éxito no llega por casualidad. Aunque a veces tengamos que hacer que los más pequeños sigan un ritmo frenético.
– El velo pintado (John Curran, Edward Norton, Naomi Watts) -No se puede vivir recordando el amor, hay que vivir sintiendo el amor. Lo más grande que tiene una pareja, es el amor, y a veces no nos damos cuenta.