Hace unos días tuve la oportunidad de visitar el Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Correos, situado en el polígono industrial de Vallecas. Es un Centro Logístico cuya superficie supera los 30.000 m2, y por el que diariamente pasan millones de cartas.
La visita me resultó fascinante y, a nivel personal me produjo, incluso, cierta sensación de melancolía, ya que por un momento mi mente se remontó a mi época estudiantil, en la que dedicaba las vacaciones de verano para generar algunos ahorros.
Durante el verano de 1987 me incorporé como cartero en la Oficina de Correos y Telégrafos de la ciudad oscense de Fraga. Al año siguiente repetí la experiencia.
Todavía resuena en mi cabeza la recomendación que el primer día de trabajo me hizo uno de los carteros encargados de instruirme. Tras señalarme con el dedo una montaña de cartas que había sobre una mesa, me dijo con cierta ironía: “¿Hueles algo?… No es carne ni pescado. Son sólo cartas. Lo que no puedas hacer hoy, déjalo para mañana, y si no para pasado. No se pudren.”
He recordado esta frase en muchas ocasiones, así como el pensamiento que inundó mi mente en aquel momento: “Hay personas que están esperando esas cartas. Imagino que les gustará recibirlas lo antes posible”.
No cabe duda de que nuestro enfoque vital y nuestras motivaciones dan o quitan altura a todo lo que hacemos.
Aquel verano tuve la oportunidad de formar parte de una de las profesiones con más siglos de historia, cuyos protagonistas han respondido, a lo largo del tiempo, al nombre de emisarios, mensajeros, correos y carteros.
Civilizaciones milenarias como la egipcia, la persa, la sumeria, la china, la griega o la romana ya organizaban sus propios sistemas de mensajería, que estaban compuestos por personas que recorrían grandes distancias a pie, a caballo o en carro para transportar mensajes de un lugar a otro, de una ciudad a otra, de una persona a otra.
Esa es la esencia de una profesión que ha inspirado a escritores, poetas, historiadores y guionistas de cine. Algunos ejemplos son Miguel Strogoff (Julio Verne, 1875), Marathon (Heródoto, siglo V a.C.), El Cartero de Neruda (Antonio Skármeta, 1985) o El cartero siempre llama dos veces (James M. Cain, novela escrita en1934, llevada al cine en 1946 y versionada en 1981).
Durante esos meses estivales, participé en los procesos operativos habituales de una oficina de Correos:
- Por las tardes, mis principales funciones eran recoger los buzones de la ciudad, matasellar manualmente todas las cartas, clasificarlas por destinos y preparar las sacas para su expedición.
- Por las mañanas, me encargaba, junto al resto de carteros, de la recepción de sacas, clasificación por apartados de correos, barrios y calles, preparación del reparto por rutas y su posterior entrega a domicilio, junto con todos los certificados y telegramas, que requerían un tratamiento especial.
En la visita al CTA de Vallecas pude constatar que en 20 años han cambiado muchas cosas. Los procesos son aparentemente los mismos, pero la forma de organización, las infraestructuras, la tecnología aplicada y la filosofía del trabajo han evolucionado de una forma extraordinaria y ya nada tienen que ver con aquel trabajo, casi artesano que yo había conocido.
Me llamó poderosamente la atención la exquisita preocupación de los profesionales de Correos por la calidad y el servicio al cliente.
La Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos
La Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, popularmente conocida como Correos se ha convertido en la empresa con mayor número de trabajadores de nuestro país, ya que supera la cifra de 66.000 empleados, dispone de una red de más de 10.000 puntos de atención y 13.000 vehículos de reparto, alcanzando un volumen de 5.400 millones de envíos postales anuales, lo que significa que realiza más de 20 millones de entregas diarias.
En 2007 Correos superó los 2.100 millones de € de facturación, lo que le proporcionó un beneficio antes de impuestos de 150 millones de €.
Su actividad se sustenta en tres principios de calidad:
- Flexibilidad, para satisfacer la demanda de los consumidores
- Eficiencia, para reducir permanentemente sus costes
- Innovación, para optimizar los procesos operativos
Correos cuenta, además, con los principales avances tecnológicos que aportan una increíble rapidez a su quehacer diario y a los procesos de identificación inmediata de destinos (alcanzado las 40.000 cartas a la hora), asignación de código de barras por C.P., distribución automática por destinos, empaquetado en contenedores por destinos, almacenaje y posterior expedición.
El mayor proyecto de RFID de Europa
Recientemente, Correos ha puesto en marcha el mayor proyecto de RFID de Europa.
RFID son las siglas de Radio Frequency IDentification, que en español se traduce como identificación por radiofrecuencia y se trata de un sistema de almacenamiento y recuperación de datos mediante unos tags (o etiquetas inteligentes) que consisten en un chip con memoria de datos e incluyen diminutas antenas que les permiten recibir y enviar información por radiofrecuencia, es decir, sin contacto.
El objetivo de la tecnología RFID es controlar la trazabilidad de productos, componentes, aparatos, animales o personas en los procesos de negocio a través de toda la cadena de suministro, pudiendo ofrecer un mejor servicio, reducir costes, optimizar las inversiones realizadas, mejorar la planificación, obtener información en tiempo real, controlar stocks, facilitar la gestión de pedidos, detectar cuellos de botella para poder eliminarlos y aumentar la seguridad en la toma de decisiones.
En el caso de Correos, la tecnología RFID se utiliza para optimizar la calidad del servicio, concretamente para reducir el plazo de entrega de los envíos postales, controlar la trazabilidad de los paquetes, cartas o valijas que gestiona y almacenar la información obtenida en el Data Warehouse de la compañía para que sirva como base en los procesos posteriores de decisiones.
Los partners tecnológicos con los que cuenta Correos en este ambicioso proyecto son, Aida Center, como integrador del sistema, Symbol Technologies como suministrador de la infraestructura (antenas y lectores) y Sybase como proveedor del software.
Eficiencia y compromiso
Al finalizar la visita me sentí contagiado por la ilusión que emanaban nuestros anfitriones al contar sus proyectos con los que esperan afianzar su compromiso con la calidad y la eficiencia en beneficio del cliente.
La más avanzada tecnología al servicio de una de las profesiones más tradicionales que existen, con el fin de incrementar la fiabilidad y la rapidez en las entregas.
Como conclusión, una broma fácil, los carteros de Correos ya no llaman dos veces, creo que a partir de ahora con una será suficiente.
Cartero quemado dice
Se nota que no has estado en algunos distritos de Madrid, donde el trabajo resulta imposible, no te ponen ayuda, te sueltan con todo sin decirte ni a donde coño vas, y encima te dicen que te lleves todo, (para sacarlo a pasear ya que no hay tiempo).
En otros distritos en cambio, da gusto trabajar, hay compañerismo te echan una mano si hace falta, el volumen de trabajo varía bastante de unas zonas a otras.
Es una lotería.
En un futuro, cuando terminen de privatizar y se libren de los funcionarios, las condiciones empeorarán aún más para los trabajadores.
Yo personalmente prefiero clasificar, antes que repartir.
Aunque la gente está muy sonada en general, los centros de tratamiento parecen manicomios más que otra cosa.
(No se si algún día encontraré mi vocación)
Un cordial saludo.